9.10.05

 

Se quebró y confesó

Tuvo mucho miedo al principio. Muchos atribuyen la desgracia que le tocó a su constante inseguridad y baja autoestima. Él no quería ir, lo presentía.
Esa mañana, lo supo. Tendría que buscar una excusa más para ausentarse del juzgado. Pensó demasiado, mucho. Caminaba sin detenerse por toda la casa. Buscó y buscó. Hasta que lo encontró. Abrió el placard y se le calló una pesa de 20 kilos sobre la pierna. De lleno se le estrelló en la tibia. También se lo puso al peroné.
Igual lo vinieron a buscar al hospital. Lo pusieron en una silla de ruedas con la pata para arriba y en el juzgado, confesó.

Por Jorge Luis Borges

|

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

|